CLAROSCURO
El “claroscuro” (“chiaroscuro” en italiano) es una corriente artística que se caracteriza por utilizar grandes contrastes de luz. Algunas partes de la imagen se dejan muy oscuras, mientras que otras se iluminan intensamente. De esta forma, la zonas con luz destacan con gran fuerza en la escena. En un principio, la fuente de luz se solía dejar fuera de cuadro, si bien, posteriormente, se fue introduciendo dentro de la composición (Georges de La Tour hizo maravillas con las velas). Este estilo, iniciado por los artistas flamencos e italianos del “cinquecento”, llego a su cenit en el barroco. Rembrandt y Caravaggio son dos de los pintores más famosos que utilizaron las técnicas de esta escuela. De hecho, a este tipo de iluminación se le ha llamado a veces “Rembrandt Lighting”. Se cree que fue Cecil B. DeMille el primero que usó dicho nombre. Aunque quizá este término no es muy acertado porque Rembrandt no inventó esta técnica y, probablemente, Caravaggio es un representante mucho más claro del dramatismo de la escuela. El claroscuro dio lugar, posteriormente, al “tenebrismo”; consistente en una radicalización extrema del estilo. El tenebrismo cuajó con fuerza en la pintura española de finales del siglo XVI y principios del XVII. Algunos famosos pintores con influencias de esta escuela son: Francisco Ribalta, Zurbarán y José de Ribera. También pueden encontrarse técnicas del claroscuro en algunas obras de Velazquez.
¿Qué tiene que ver el claroscuro con el cine? Pues que este esta escuela fue retomada por el expresionismo alemán de principios del siglo XX. Los expresionistas se sintieron atraídos por la eficacia que tiene esta técnica para añadir dramatismo a las escenas y para mostrar, con intensidad los sentimientos de los personajes. Para el expresionismo lo importante no es reflejar los hechos de forma objetiva y fría, sino buscar la esencia profunda de la realidad. El artista debe plasmar su visión subjetiva acerca de todo lo que le rodea y, para ello, es válido deformar el espacio, el color, la luz... La duración del movimiento expresionista fue corta pero dejó películas tan famosas como “El gabinete del doctor Caligari” (1920) de Robert Wiene, “Nosferatu” (1922) de F. W. Murnau o “Metrópolis” (1926) de Fritz Lang. Muchos de estos cineastas, como Fritz Lang, Robert Siodmak o Michael Curtiz, tuvieron que emigrar de Alemania a Estados Unidos debido al nazismo. De esta forma, se produjo la mezcla de la narrativa policial, típicamente americana, con el estilo visual expresionista, dando lugar a lo que se llamó “Film Noir” (“cine negro”). Fue el crítico francés Nino Frank el que, en 1946, utilizó por primera vez este término. El cine negro hizo clásicos toda una serie de personajes que se han convertido en estereotipos en los guiones cinematográficos: el gangster avaricioso, la bella mujer fatal que seduce y destruye a sus víctimas, el policía corrupto, el imperturbable investigador privado... Son muchas las películas en las cuales este contraste dramático entre las luces y las sombras ha tenido una gran influencia. Por citar algunos ejemplos clásicos: “El halcón maltés” (“The Maltese Falcon”, 1941), “Sed de mal” (“Touch of Evil”, 1958), “La noche del cazador” (“The Night of the Hunter”, 1955). En la famosa saga del Padrino, Francis Ford Coppola utiliza muchas veces el claroscuro. Si pensamos en la imagen más típica de Don Corleone, ¿qué nos viene a la memoria? ¿Quizá Marlon Brando en su despacho totalmente oscuro, vistiendo un esmoquin, cuya camisa reluce con un blanco inmaculado? Coppola usa también esta técnica en la parte final de “Apocalypse Now” (1979); concretamente, cuando Marlon Brando explica su enloquecida filosofía en medio de la oscuridad. Sidney Lumet se inspiró en los cuadros de Caravaggio para iluminar muchas escenas de la película “El veredicto” (“The Verdict”, 1982). Casi toda la parte final de “Million Dollar Baby” (2004) está resuelta con la técnica del claroscuro (y el cartel promocional de la película). Evidentemente, Clint Eastwood intenta añadir dramatismo al tema de la eutanasia.
Un fragmento de "El gabinete del Doctor Caligari" (1920):
El principio de la película "Fausto" (1926) de F.W. Murnau:
“Avaricia” (“Greed”, 1924) de Erich von Stroheim. Aviso a los que no hayan visto esta película que esta escena es de las más importantes en la trama (por si no quieren contemplarla).
La mujer protagonista y su marido, tras muchas peleas, se han separado, porque ella se ha vuelto una avariciosa de mucho cuidado. Los tiempos en los que se querían como dos tortolitos han quedado muy atrás. El marido, muerto de hambre, va a pedir un poco de ayuda a su mujer. Stroheim añade más dramatismo, si cabe, haciendo que todo suceda en Navidad.
Me quito el sombrero ante el señor Stroheim. Lo de añadir el toque navideño me parece de un trágico que pone los pelos de punta.
Algunos cuadros clásicos que utilizan la técnica del claroscuro:
Caravaggio - The Calling of Saint Matthew
Caravaggio - Salome with the Baptist's Head
Caravaggio - Sacrifice of Isaac
Caravaggio - David and Goliath
Caravaggio - Judith Beheading Holofernes
Rembrandt - The Man with the Golden Helmet
José de Ribera - Ixion
José de Ribera - San Andrés
Georges de La Tour - Magdalen with the Smoking Flame
Francisco de Zurbarán - San Franciso en meditación